Andalucia: Almeria y Villaricos.
Tras este fondo de agua brillante, clara a más no poder, y bajo un precioso color el de la tierra ocre quemada por el sol, se esconde Almeria, y el carácter de una de las provincias todavÃa más cerradas al turismo, aunque por desgracia y mientras estoy escribiendo, el crecimiento de la conquista ha ido tan rápido, por parte de inmobiliarias y hoteleros, que ya estas humildes palabras, pueden ser enterradas y quedar en el olvido.
Cuando yo fui a Almeria la primera vez, !ni se hacia top-less en ninguna playa!, fuera, tal vez de las playas más turÃsticas y grandes pero no en los pequenos pueblecitos como Villaricos. Los aldeanos, alucinaron ese verano con la llegada de 5 extremadas y altas jóvenes catalanas que sólo deseaban que correr al mar y divertirse para banarse sin ropa, notar esas aguas lÃmpias y tan cálidas pués Almeria posee un clima tropical, corrientes tan puras y que nos reflejaron el color de las ocres arenas marrones. Huyendo del calor terrible de una ciudad grande como Barcelona en agosto, Villaricos era un paraiso. Tiene todavÃa hoy, !600 habitantes! cuando fuimos nosotras, tal vez habrian la mitad. Al dia siguiente de nuestro top-less, creo que medio pueblo acudió hasta las colinas de la playa para vernos banar. Maria José tenia alli una casita alquilada para los veranos, y dos hijos adolescentes, y con ella, que nos embriagó de su tierra, nos fuimos para Almeria en autobús, Cristina, Carmina, Esther y yo. Aunque también yo soy de allÃ, mi abuelo materno nació en la capital de esta provincia andaluza que todavÃa no conocÃa.
En 1 sólo dia nos hicimos más famosas en Villaricos, que el baile de los Pajaritos de moda aquel verano. Y!!! todo por sacarnos medio bikini!!!. Llegué a esa tierra un poco pesarosa, pensando... !qué aburrimiento de hecho tampoco ir a una playa es nada extraordinario! !vaya que no! Después de aquellos dias caminando entre tanto vergel de ojos abiertos y tan curiosos, mis ojos cambiaron también y me hicieron ver la vida de otro color. Tampoco olvidaré a un chico que se llamaba Tadeo, amigo de Maria José y que me llevó hasta la orilla del mar de noche, y ya amanecÃa ... Me fui llorando de Almeria, de aquel amarillo y negro desierto diferente a todo, al que jamás he regresado, y que cambió mi vida a los 18 anos.
A 100 Km. de Almeria, Villaricos es un pueblo de tradicion pesquera, amante de la buena comida sobre todo de la magra que sirven el el bar El Gato...y en cualquier casa.